El sueño de Lindsay Kemp

El sueño de Lindsay Kemp

El artista supervisa el montaje de la ópera 'Los cuentos de Hoffmann' en el Palacio de Festivales

ROSA M. RUIZ/SANTANDER

Lindsay Kemp se ocupa de todos los detalles de la representación, incluso coloca el sombrero a los actores. / M. DE LAS CUEVAS


Cuenta Lindsay Kemp que a los 11 años su madre tuvo que llevarlo de la oreja al cine. Ponían 'Los cuentos de Hoffmann' una versión de la ópera de Jacques Offenbach dirigida por Emeric Pressburger y Michael Powell que le marcó para siempre.

Ahora, 58 años después, el artista británico está a punto de estrenar su propia versión de la obra que tanto le gustó y con la quiere homenajear a los directores de aquella película y a su propia madre. Estos días el Palacio de Festivales de Santander, que coproduce la obra con el Festival Castell de Peralada y la Quincena Musical San Sebastián, acoge el montaje de la representación que se estrenará a finales de julio en Peralada y que en Cantabria se podrá contemplar los días 29 de noviembre y 1 de diciembre.

Lindsay Kemp se ocupa personalmente de todos los detalles y supervisa los primeros ensayos. Comprueba los trajes que él mismo ha diseñado para las 60 personas que salen al escenario. Trabaja codo con codo con el escenógrafo Giuliano Spenilli y explica al tenor Aquiles Machado algunos matices de su personaje, Hoffmann, el protagonista de la obra.Kemp, que cuando habla dibuja en el aire con las manos, asegura que poder dirigir esta ópera es su gran sueño. Reconoce que aún le quedan mil detalles por supervisar y que «me he comido la película para la representación». También ha aportado parte de su personalidad. «Yo no creo que sea tan transgresor como dicen. Tampoco intento serlo. Sólo pretendo crear belleza y hacer más bella la vida de la gente», afirma.Spenilli, su escenógrafo, explica que el montaje de esta ópera es casi cinematográfico.

Con distintos escenarios y juegos de luces. Para Aquiles Machado también es una gran satisfacción formar parte del universo de Lindsay Kemp y volver al Palacio de Festivales, «el primer sitio en el que actué y en el que tan bien tratan a los artistas».Por el Palacio, entre los 152 trajes, las 65 pelucas y las 16 máscaras que lucen los actores, estos días resuenan las partituras de Offenbach, las voces del Coro Lírico de Cantabria, y Lindsay Kemp ve cómo se cumple su sueño.


Cortesía: El diario montanez